domingo, 29 de junio de 2008

Carta a mi compañero de viaje.

Querido amigo:
Desde aquel 20 de junio sabía que no iba a ser la única entrada que hiciera en mi blog al respecto de este curso. Era más que probable que quisiera dedicarte algún comentario más tras este viaje que nos ha llevado a compartir momentos inolvidables.
No pretendo hacer una crónica de todo lo que hemos hecho estos días sino más bien ahondar en aquellos momentos interiores que han sido para mí un descubrimiento.
Te había visto en clase interrumpiendo, llamando la atención a otros colegas, ayudando a tus compañeros, estar sin estar, penetrarme con la mirada, distraído, ni siquiera te he visto porque no te he dado clases. Este viaje me ha permitido verte de un modo diferente. Me ha dejado ver una faceta tuya que no conocía. He conocido algo más de tus sueños, algo más de tus inquietudes, si acaso de tus incertidumbres o miedos, algo de tu ternura y empatía.
He de decirte que no he podido estar relajado en todo el viaje porque me tocaba estar pendiente de todos los detalles. Es más que probable que esto no me haya dejado disfrutar al 100 % de tu compañía.
Quería conseguir que estos momentos fueran inolvidables intentando distraer, asombrar con algunos detalles, sorpresas. Sin embargo, tu naturalidad salió a mi encuentro y me desbordó comprender qué eres tú quien hace que los momentos sean inolvidables. No podía imaginarme que fuera este viaje el momento en el que vivieras una delicada situación y ver cómo todos estaban para apoyarte. Tampoco que fueras capaz de sostenerme con tu mano para que no tropezara sobre un hielo resbaladizo, que me enseñaras a no caer.
Que supieras estar en tu sitio
Que animaras la fiesta
Que estuvieras siempre a nuestro lado
Que no te derrumbaras
Que me enseñaras la energía que llevas dentro.

Quise compartir contigo momentos inolvidables... y todos lo son.
Este viaje me ha permitido conocerte más. No sé si a ti te ha pasado lo mismo. Lo cierto es que rodeado de tanta inmensidad y tranquilidad es difícil no emocionarse. Mereció la pena todo el esfuerzo.
Qué pena no haberte conocido antes. Viendo los momentos compartidos en este viaje, bien podría haber aprendido muchísimo contigo este año. Quien diga que no tienes nada que decir se equivoca al 100 %. Me has enseñado mucho y hasta has tenido la prudencia de que no se notase. Ya sabes que soy profe y parecería que esto que estoy diciéndote es una barbaridad. Pienso que todos podemos aprender de todos. Son los momentos los que intercambian los papeles entre maestros y alumnos.
Es cierto que he echado de menos una conversación relajada como esa que quería mantener contigo desde hace tiempo para saber más de ti. Sabes que las conversaciones de messenger suelen ser muy entrecortadas. Quería poder compartir contigo una velada tranquila. Poder debatir contigo esos temas que nos preocupan. Charlar sobre tus ideas futuras, tus inquietudes, tus alegrías, tus sentimientos. Quizás haya otros momentos para eso. Si tú quieres, claro.
Sabía que el viaje iba a ser emocionante por todo lo que hemos vivido este año. A veces he sido tan ingenuo de pensar que esto había sido fruto de mi trabajo y mi entrega. Iluso de mí. Todo lo que ha pasado ha sido gracias a ti. Sin ti este año no hubiera sido lo mismo. Quería que el destino se confabulara para que pudiéramos compartir este viaje... y lo hizo. Ahora sé por qué tus padres te quieren. A pesar de tus notas, tus manías, tus sueños interminables, tu elevado tono de voz, tu desorden, tus puntos, tu carácter, tu timidez,...
Todo se voló en un instante. Eso es señal de que lo hemos pasado de lujo. Los malos momentos suelen tener una percepción temporal bastante más larga.
Voy a confesarte algo. Sabía que al despedirnos me emocionaría porque, aunque estemos cerca, el verano nos separa y el curso próximo estarás en otro lugar. Lo que no sabía es que mientras esperaba al despegue, se me agolparan todos esos sentimientos y los ojos se me llenaran de lágrimas. Quería contenerme, pero me costaba. Mientras escuchaba los aplausos de fondo, yo estaba pasando fotograma a fotograma todo lo que habíamos vivido juntos estos días. Parece que la separación física en el avión me brindó ese poquito de intimidad que necesitaba para dejar rienda suelta a mis sentimientos.
Esto te lo cuento a ti porque sé que me entenderás. La prueba está en que el viaje de vuelta en autobús transcurrió intentando dilatar lo más posible esos momentos de diversión vividos. No queríamos que se acabase. Algunos ya tenían el nudo en la garganta.
Ya te dije que me gustaría despedirme personalmente de ti. Y así ocurrió. Quería hacerlo de la manera en que más cerca estuviera de ti y poder emplear un lenguaje que no necesitara palabras: con un abrazo. Un abrazo especial. Que nos envuelve. Nos libera. Nos desahoga.
Una amiga me ha dicho hoy que sin despedidas no hay reencuentros. También me enseñó una frase que hoy quiero compartir contigo y que, ligeramente modificada, encerraba la idea de mi despedida.
"En un abrazo sabrás todo lo que he callado"...

Eso es todo lo que quería decirte. Ya no me despediré más. Tan sólo esperaré el momento de nuestro reencuentro.
Ahora creo haber aprendido. Ahora espero no perder mi rumbo.Tu historia y la mía: Caminos.

Hasta siempre.

3 comentarios:

נєѕѕι ℓα тяιαиєяα dijo...

Uff..Benjamín, después de haber leído ésto, me cuensta un poco de trabajo hablar, escribir, expresarme...
Has conseguido: priemro, que me salga una risa nerviosa recordando aquellos momentos; segundo, que se me haga ese nudito en la gargta que, a veces, ni respirar agusto em deja y tercero, qu termine llorando como una magdalena.
Gracias, por compartir este momento con nosotros.
Aún recuerdo cuando nos montamos en la Furia (Port Aventura) que me dijistes..."vamos a vivir la física a flor de piel", o cuando incluso antes de montarnos, estabamos calculando, qué tiempo tardaba en recorrer entre columna y columna, incluso ahí me lo pasé bien con lo poquísimo que me gustan a mí los cálculos y la física, jeje.
Gracias Benjamín por todos esos momentos vividos, y gracias a mis compañeros, por que he descubierto en ellos a personas que no conocía; ahora sí puedo decir que no los conocía realmente.
Me gustaría estrenar el foro de mi blog con ustedes, me haría mucha ilusión o... con tan sólo un comentario en mi blog me pondría cotentísima.

Gracias a todos, por todo...

¡Un abrazo enorme para cada uno de vosotros!

Jéssica Pinto..

Benjamin dijo...

¡ Qué ilusión me ha hecho encontrar este Pedazo de ti!
GRACIAS POR TU SINCERIDAD
He encontrado un aspecto de ti que desconocía. Sin duda la convivencia abre puertas a mundos escondidos.
Te expresas muy bien por escrito. Se nota que cuando el corazón habla la gramática y el lenguaje saben ocupar su sitio.
Pasaré por tu blog

נєѕѕι ℓα тяιαиєяα dijo...

¡Me alegro muchísimo que te haya hecho ilusión mi Pedazo de tí!
Pues pasate, porque también pondré fotos del viaje, y cuadno las ponga te avisaré para que las veas.
Cuando estés en mi blog, entra en "mis escritos" pienso que te gustará, lo he escrito yo.

¡Un saludo y un abrazo enorme!

Jéssica Pinto.